Las calderas de condensación han demostrado ser el sistema más eficiente para generar calefacción y agua caliente con gas. Tanto es así que desde 2015 ya sólo pueden fabricarse este tipo de calderas por lo que el resto de calderas menos eficientes irán desapareciendo poco a poco del mercado.

Sin embargo, si todavía tienes dudas para elegir entre comprar una caldera tradicional y una de condensación, te presentamos una lista de sus numerosas ventajas y sus escasos inconvenientes (aunque los hay).

Entre las ventajas de las calderas de condensación encontramos:

Su alta eficiencia energética

Como ya hemos comentado, las calderas de condensación resultan ser las calderas a gas más eficientes debido a su peculiar funcionamiento, que consigue rendimientos del 100% (antes se hablaba del 111%). Esto se consigue ya que estos aparatos recuperan el calor latente proveniente de la condensación de los vapores de agua, un calor que en las calderas convencionales se desperdiciaba en la salida de humos.

Ahorros en la factura del gas

En comparativa con las calderas convencionales, gracias a la tecnología que hemos explicado antes, las calderas de condensación consiguen un ahorro en torno al 25-30% en el consumo de energía. Esto se traduce directamente en un ahorro considerable de la factura del gas cada mes, lo que hace que la inversión en la compra de la caldera se amortice en pocos meses.

Reduce las emisiones contaminantes

Esta recuperación de energía reduce considerablemente la temperatura de los gases de combustión bajándolos hasta valores del orden de 45°C o inferiores, limitando así las emisiones de gases contaminantes.

Las calderas de condensación reducen hasta en un 70%, las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2). Por tanto, la sustitución paulatina de calderas más antiguas por calderas de condensación en España ayudaría a reducir las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero.

Mejor regulación en función de la demanda

En las calderas convencionales la temperatura de los humos y del agua en la caldera tiene que estar por encima de la temperatura de rocío de los gases y esto les impide ajustarse eficazmente a las variaciones de la demanda.

Las calderas de condensación, por el contrario, se adaptan a la demanda en cualquier rango de funcionamiento del equipo. La potencia mínima, es muy baja y eso hace que estén funcionando sin paradas, obteniendo un ahorro muy importante.

Son más silenciosas

Como hemos comentado, las calderas de condensación funcionan sin paradas por lo que evitamos el continuo sonido “explosivo” de encendido y apagado. Además, el ventilador que inyecta la mezcla de aire-gas, es modulante, por lo que se adapta a la cantidad de combustible que quemamos.

— «Inconvenientes»

Requieren de una mayor inversión

Las calderas de condensación son más caras que las calderas tradicionales. Sin embargo, como hemos dicho anteriormente, esta inversión se amortiza en pocos meses debido al ahorro económico que notarás en la factura de gas.

El desagüe de las calderas de condensación

Una pequeña desventaja de las calderas de condensación es la necesidad de instalar un desagüe para la eliminación de los condensados.

Salida de humos

Si vemos una fachada con varias calderas en funcionamiento, comprobaremos fácilmente que las de condensación son aquellas en las que sale vapor de agua por la salida de humos. Este vapor es completamente inicuo pero hay algunos usuarios a los que puede resultarles molesto. Por otra parte, si la chimenea no se instala correctamente de forma ascendente, la condensación podía provocar goteos, sin ser esto lo común.

Como ves, son más las ventajas que las desventajas de las calderas de condensación por lo que si tienes que sustituir tu caldera de gas, no dudes en elegir el sistema más eficiente.

 

No dudes en consultarnos si necesitas cambiar tu caldera de Gas.

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Fuente: Blog calor y frio.com